Una verdad!

Honestamente, no me banco a Gastón Pauls. Sepanlón...

Y si, reincidí...

Todo vuelve, todos volvemos... como los amores de juventus, como Soda Stereo, o como el mismísimo General, sin ir mas lejos.

Y un día volví, cargando mi derrota a cuestas, despues de largas travesías a lo largo del mundo para buscarme a mi mismo; después de conocer el Himalaya, y a los monjes budistas. En aquella ocasión pedí audiencia con el Dalai Lama, pero no me quiso atender, porque estaba con su amigo Richard Gere haciendo una manage a trois con un travesti brasilero parecido a Chunchuna Villafañe. De ahí (indignado) partí hacia la India en busca de la sabiduría ancestral, y me dieron como recuerdo una estampita de la Madre Teresa. Ya si esperanzas de alcanzar los saberes milenarios, regresé cabizbajo y me dejé llevar por los placeres mas sensuales: la sandía con vino, el pebete de jamón y queso y la inhalación descontralada de Pato Purific en estado puro... Hasta que un día, recorriendo los anaqueles de una mugrienta librería buscando un libro de recetas para poder cocinar un boliviano con papas, encontré la revelación que estaba buscando.

Si seré pelotudo, años y dolares perdidos, sin saber que la sabiduría y el yo interior se encuentra en los libros... de Jorge Bucay!!! Estoy de vuelta, y les prometo que van a aplaudir con los cachetes del culo de tanta felicidat. Viva Perón Carajo!!!